martes, 8 de enero de 2013

Ojos Secos: en la era de la Computació​n

¿Cómo es la condición de “Ojos Secos”?
Es lareducción de la habilidad de los ojos para producir o mantener suficienteslágrimas naturales. Por ello, muchas veces, la condición de “ojos secos”se le puede tratar aplicando gotas elaboradas para su tratamiento.

Causas comunes de “ojos secos”

· Calor
· Aire Acondicionado
· Fumar
· “Cambio de aire”durante los viajes
· Lentes de Contacto
· Uso prolongado de computadoras / pantallas
· Algunos medicamentos
· Manejar vehículos (duranteperiodos largos)
· Cirugía láser (corrección dela vista)

En los Estados Unidos, alrededor del 8% de la población (20-25 millones) se encuentranafectados por la condición de “ojos secos” cuyos síntomas se lespueden describir como:

· Ojos irritados
· Dolor en los glóbulosoculares
· Sensación de tener arena /tierra en los ojos
· Sensibilidad a la luz
· Visión borrosa
· Ojos llorosos
· Incomodidad en el uso delentes de contacto
· Sensación de tener cuerposextraños dentro de los ojos

Libérese delos síntomas de “ojos secos” utilizando gotas lubricantes para losojos con la frecuencia que necesite: aplicarse una gota en cada ojo. Desdeluego, si el uso de gotas lubricantes no es suficiente, no espere a realizarseun examen con un especialista.

Un excelente truco para mejorar el efecto de las gotas lubricantes, es mantenerlas enrefrigeración (parte media del Refri) en su empaque y alejadas de alimentosirritantes.

El Pendulo, Edgar Allan Poe y los sueños

Mi primer contacto con Edgar Allan Poe fue en la secundaria, en segundo de secundaria, el libro a leer era "Narraciones extraordinarias", el día de hoy si me preguntan cuales fueron los cuentos que leí, sólo se me viene a la cabeza uno, "El Pendulo", no sé como, pero creo yo que reescribi ese cuento, en mis sueños quizás, y posteriormente paso a la vida diaria...

Las imagenes vienen a tropel, estoy en un lugar oscuro, tremendamente oscuro, en donde sólo surge aquella expresión de "no ver más allá de mi nariz", estoy en algun lugar de esa oscuridad, me animo a explorar esta habitación, al no ver nada, opto por ir caminando pegada a la pared, pasa el tiempo y pareciera que no logro terminar de llegar a la orilla o alguna esquina, me canso, me desespero, pense que nunca llegaría el fin, comienzo a volverme más perceptiva con mis otros sentidos, es así que de tanto pasar y pasar, caigo en cuenta que estoy en una habitación redonda... redonda y oscura.


Duermo, despierto, duermo y despierto, me desespero, me asfixio, respiro hondo, prefiero no pensar, debo mantenerme serena, el tiempo sigue... cambio algo en el silencio, se oye como si algo se meciera, se oye a lo lejos, por encima de mi, poco a poco va bajando, pero conforme va bajando, va balanceandose aún con más fuerza, por más que intento no logro distinguir ni el tamaño ni la dirección esta tomando... tengo miedo... estare en su camino? Que tan grande es? Hacía donde camino para que no me aplaste?

No me había percatado pero, estoy prácticamente en cuclillas, por aquello de que esa cosa me alcance...

Ahora se oye como si el pendulo empieza a golpear las paredes, primero despacio, cada vez más fuerte, cada vez más cerca de mi....


Al fin, uno de esos golpes logra abrir un boquete en la pared, pequeño, si, pero eso permite que entre un poco de luz, la suficiente para ver que lo que se balancea es una enorme bola de hierro, debo salir de ahí, pero como?

Volteo a todas partes buscando una salida, aprovechando la poca luz que ahora hay... la respiración se me agita, siento como que la bola baja cada vez más rápido, de repente veo una parte más obscura, me acerco, prácticamente arrastrandome hacia esa oscuridad, trato de tocar "la pared", pero no hay pared alguna, es un hoyo, un hoyo a raz del suelo, en mi desesperación comienzo a escurrirme en ese hoyo, es angosto, con trabajos entro, tengo que salir, debo de dalir, no sé en que momento pudiera esa bola pegarme... comienzo a avanzar en ese tunel angosto, de repente me atoro, intento avanzar, pero pareciera que me atasque ahí, lo vuelvo a intentar, algo de mi ropa se atoro, debo seguir intentando, no importa que se desgarre, debo salir de ahí, es agotador, en ocasiones la desesperación me invade, debo recordar respirar, tengo que respirar...

Sigo avanzando, adolorida, si, rasgada, si, pero avanzando, a lo lejos veo una luz, no se a donde llegare, pero pareciera que al fin hay una salida, debo controlarme, tomar tiempo, cada vez estoy más cerca de la salida, mi respiración se agita, el gusto por ver una posible salida hace que el dolor sea lo de menos....

Continuará?

No lo sé, no he vuelto a tener esos sueños, pero supongo que si,

María del Consuelo García Martínez